Es un hecho que la mayoría de los españoles no se preocupa por su pensión. A día de hoy, deberíamos tener la certeza de que una vez jubilados recibiremos una paga mensual por parte del Estado, que nos ayudará a mantener nuestro actual nivel de vida. Sin embargo, esta creencia podría no ser cierta en un par de generaciones.
Como bien conocemos, nuestro sistema de pensiones está estructurado de tal forma que los trabajadores activos aportan una parte de su sueldo en forma de cotizaciones a la seguridad social, para que aquellas personas ya jubiladas puedan recibir mensualmente una pensión. Es decir, un sistema de repartoy no de acumulación.
El sistema parte de la premisa de que el número de cotizantes en activo, es decir, aquellos trabajadores que contribuyen a la Seguridad Social, siempre va a ser lo suficientemente elevado para sostener a los pensionistas.
No obstante, los cambios demográficos de las últimas décadas (y de las próximas) ponen este principio en duda.
En la siguiente imagen podemos ver la pirámide demográfica de la población española en la actualidad y una proyección a 30 años vista.
*Font: populationpyramid.net
Como se puede observar en las imágenes anteriores el cambio demográfico es demoledor. En el momento de escribir estas líneas tenemos 1,7 trabajadores activos por cada pensionista, no obstante, se prevé que dentro de 30 años este dato quede igualado a la par, es decir, por cada trabajador activo tendremos un pensionista.
Por otra parte, y como se puede observar en la siguiente tabla, pese a haber más cotizantes que pensionistas, el sistema lleva en déficit desde el 2011. El estado español tiene que realizar transferencias anualmente a la seguridad social para suplir esta falta de capital.
*Fuente: cinco días.
¿Por qué se está produciendo este cambio demográfico y déficit persistente?
– La llegada a la jubilación de la generación española más representativa en términos porcentuales, los llamados baby boom.
– La baja natalidad de las generaciones posteriores.
– El elevado paro estructural en España.
– El aumento de la esperanza de vida. Actualmente, ya somos el segundo país más longevo, muy cerca del primero, Japón.
Las implicaciones de los anteriores puntos son claras, o se produce una quiebra en el sistema de pensiones por la imposibilidad de mantener el nivel actual, o todas las pensiones se recortan un 40% en términos nominales, tal y como prevé el Observatorio de Inverco. Según esta entidad, la pensión media en 2060 será solo de 607 Euros mensuales.
Podríamos llegar a pensar que el estado puede incrementar las transferencias a la seguridad social y seguir manteniendo el nivel actual de las pensiones, no obstante, eso es insostenible. El gasto total de las pensiones en los presupuestos anuales ya representa cerca del 40%, incrementarlo por encima de este porcentaje significaría recortar otras partidas como la sanidad o la educación, cosa impensable.
Ante esta situación, queridos lectores co-generacionales, solo nos quedan dos soluciones. La primera, y más evidente, aunque menos probable, es empezar a reproducirnos de una forma exponencial. Solo con un aumento drástico de la natalidad sería posible mantener un sistema de pensiones como el actual. La segunda, y más acorde a nuestros tiempos, es empezar a ahorrar por nuestra cuenta.
Los datos no mienten. Nos encontramos con una situación que ocurrirá con un 100% de probabilidad. Si ustedes tienen menos de 50 años y quieren mantener su nivel de vida durante la jubilación, con certeza podemos afirmar que no le bastará con la paga del estado y que necesita empezar a ahorrar desde hoy mismo para que el día que se jubile pueda compensar el recorte de su pensión.
Conscientes de esta situación, en Ginvest hemos creado el Ginvest Renta Variable Global PP, un plan de pensiones con la metodología de Ginvest que le permitirá maximizar sus ahorros de cara a su futura jubilación. 100% renta variable, ponderado por nuestros cuatro vértices habituales: Renta Variable USA, Europa, Japón y Emergentes.
Pero, ¿cuáles son las ventajas de un plan de pensiones?
En la fiscalidad encontramos las principales ventajas de los planes frente a otras alternativas de inversión. Con las nuevas reformas para este 2022, cualquier persona puede desgravarse hasta 1500 euros de la declaración de la renta aportando dicha cantidad a un plan de pensiones privado. Evidentemente, el ahorro fiscal dependerá de su salario. Por ejemplo, si tiene un salario de 25.000 € brutos (salario mediano español (el más frecuente)), y aporta el máximo (1500 euros), conseguiría un ahorro fiscal de 450 euros.
Como bien sabemos, el IRPF es progresivo y se estructura en torno a unos tramos que van aumentando según aumenta su renta. La traducción de esto es que, cuanto más se gana, más se desgrava por el plan de pensiones.
Pero maximizar la eficiencia de un plan de pensiones no solo depende de la renta, también es muy importante el tiempo. Usted deberá mantener su inversión como mínimo 10 años, y como ya hemos comentado en anteriores artículos, una de las principales leyes de la inversión es que tiempo, rentabilidad y riesgo siempre van de la mano. El hecho de tener previsto un plazo mínimo de inversión de 10 años permite aprovechar aquello que Einstein definió como una de las mayores fuerzas del universo, la fuerza del interés compuesto.
Con el tiempo, esta fuerza hace que la rentabilidad crezca exponencialmente y que el riesgo disminuya de forma drástica. En el siguiente gráfico podemos apreciar como una persona de 30 años, aportando únicamente 125 euros al mes, podría obtener hasta casi 300.000€ para su jubilación.
Si nos fijamos, con el paso de los años, el capital generado por intereses crece de forma exponencial y esto nos deja una clara conclusión: la máxima eficiencia de un plan de pensiones no solo depende de la renta, sino que lo más importante es tener un horizonte temporal a largo plazo.
¿Cómo rescatar su plan de pensiones?
Una de las peculiaridades de los planes de pensiones frente a la mayoría de productos de inversión, es que estos no tributan dentro de la base del ahorro del IRPF, sino que lo hacen dentro de las rentas del trabajo, como un salario o una pensión. Además, lo hacen por el total, tributan tanto capital aportado como beneficios generados. Lo que ocurre en estos casos es que ese exceso que pagan en el IRPF está más que compensado por las deducciones de las que se han disfrutado a lo largo de vida del plan de pensiones, especialmente si se invierte ese exceso y se aprovecha el interés compuesto.
No obstante, se debe prestar especial atención a la forma de rescate. Lo más habitual es que, mientras trabaje y aporte al plan, sus ingresos sean más elevados que la pensión pública que reciba el día de su jubilación, por lo tanto, la mejor forma de rescatar el plan será vía rentas.
Un rescate vía rentas significa que solo rescatará anualmente aquella parte del plan que necesite para compensar su pensión pública. De esta forma solo tributará la parte rescatada en los tramos más bajos del IRPF. Por otra parte, el resto del plan seguirá invertido y, por lo consiguiente, generando intereses.
A modo de ejemplo, con un ahorro de 300 mil euros, rescatando cada año un bruto de 25.000 euros y dejando el resto invertido, se podría obtener un salario de 1500 euros netos al mes durante más de 25 años. Los datos son calculados en términos nominales, sin tener en cuenta la inflación y con los tipos de IRPF actuales.
¿Cuándo empezar?
Hoy mismo. Cuando antes empiece a hacer aportaciones a un plan de pensiones, más se beneficiará de la fuerza del interés compuesto y de los beneficios fiscales. Si actualmente ya tiene un plan de pensiones, le invitamos a revisar nuestro plan de pensiones, Ginvest Renta Variable Global PP, el cual estamos convencidos de que encajará perfectamente con su visión a largo plazo. Recuerde que los traspasos entre planes de pensiones son gratuitos y exentos fiscalmente.