Diciembre ha sido un mes claramente marcado por:
– El regreso abrupto de la inflación y el fin de la política de bajos tipos de interés o incluso negativos.
– El estallido de una guerra en Europa que ha agravado la crisis energética y ha derivado en un incremento de la incertidumbre geopolítica.
Los datos del mes de Diciembre ofrecen nuevas oportunidades para el comienzo del 2023:
En primer lugar, la inflación parece que va tocando techo en EEUU. Aunque, siguen con un mercado laboral fuerte y la FED solo ha subido 50 puntos básicos los tipos de interés este mes de diciembre, hasta situarlos en el 4,5%. Además, también anunció una ralentización en el ritmo y magnitud de subidas. De este modo, se espera que se incrementen hasta el 5% durante el primer trimestre del 2023.
Asimismo, la preocupación pasó de centrarse en la inflación a centrarse en el crecimiento, debido al anuncio de recortes en costes y despidos de personal, por parte de grandes y conocidas empresas.
Por otro lado, la finalización de la política de Covid 0 en China para fomentar el crecimiento. Es un dato muy positivo para la región porque conllevará cierta relajación geopolítica aunque, inicialmente, podría causar cierta disrupción por el incremento de infecciones que se prevé.
CONSECUENCIAS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS
Ante esta situación los mercados financieros reaccionaron corrigiendo parte de las significativas subidas conseguidas durante el mes de Noviembre:
– Renta fija
La Renta Fija Gubernamental corrigió un -1,71% y la corporativa un -0,89% respectivamente.
– Renta variable
En Renta Variable, el vértice emergente fue el que menos sufrió gracias, principalmente, a las mejores noticias publicadas con una caída del -2,33%. El vértice americano tuvo la caída más acusada con un -6,07%, penalizado por los anuncios de recortes en las estimaciones de beneficios de algunas empresas.
Este entorno de cambio, en la orientación de la política monetaria de la FED, favoreció la depreciación del dólar en un 2,79% contra el euro.
POSICIONAMIENTO ESTRATÉGICO DE NUESTRAS CARTERAS
Ante esta situación, nuestra cartera estratégica, continúa implementada para hacer frente a una inflación persistente con un menor crecimiento, vía:
– Renta fija
En la parte de Renta Fija Corporativa seguimos centrados en bajas duraciones, bonos flotantes y algún fondo más oportunístico mientras mantenemos una alta calidad crediticia ante el menor crecimiento esperado.
Tácticamente, en Renta Fija Gobiernos, seguimos centrados en fondos invertidos en EEUU con duraciones más largas porque la Fed parece haber conseguido asentar las expectativas de inflación.
– Renta variable
Continuamos infraponderados mientras mantenemos la cautela en este activo. Las expectativas de beneficios todavía no descuentan completamente los riesgos para el crecimiento. Estar diversificados es la clave para aportar más estabilidad a la cartera en estos momentos de incertidumbre.
En cuanto a tipología, preferimos fondos invertidos en compañías de calidad y con poder de fijación de precios para poder traspasar el incremento de precios al cliente final, con una visión más a largo plazo o fondos con crecimientos estables y sostenidos. Como serían, por ejemplo, los sectores defensivos.
Por otro lado, el estar diversificados en distintas áreas geográficas nos aporta descorrelación a la cartera.
Finalmente, este mes, se continuó incrementando la duración en las carteras vía la entrada de un fondo global de bonos corporativos investment grade con mayor duración.