Durante este mes de abril, la ausencia de avances significativos en el conflicto bélico en Ucrania y los confinamientos en China, han seguido impactando al mercado energético y de suministros, afectando a las perspectivas económicas de algunas empresas. Sin embargo, más de un 80% de las compañías del S&P 500 que han publicado ya sus resultados, han batido estimaciones.
El foco se ha vuelto a centrar en los Bancos Centrales, cuyos mensajes de endurecimiento de política monetaria se están encontrando con la publicación de datos macroeconómicos que indican un enfriamiento económico a ambos lados del Atlántico. Además, se espera una nueva subida de tipos para este próximo mes de mayo en EEUU.
Todo ello se ha traducido en caídas en los mercados financieros tanto de Renta Variable como de Renta Fija. Solo algunas materias primas como el gas o los cereales acabaron en positivo, ya que el resto se vieron afectadas por la menor actividad en China como consecuencia del confinamiento de parte de su población.
Además, el dólar continuó funcionando como valor refugio, apreciándose este mes un 4,72%.
Sin embargo, deberemos esperar a que la situación se estabilice para poder ver cuáles son las consecuencias reales. Hasta entonces la volatilidad e incertidumbre continuarán.
En estos momentos es cuando debemos recordar que la volatilidad es intrínseca a cualquier inversión y que ésta genera rentabilidad en el largo plazo.
Ante esta situación, nuestra cartera estratégica, está posicionada para hacer frente a las alzas de la inflación y a la volatilidad implícita actual, a través de:
En la parte de Renta Fija centrados en bajas duraciones, bonos flotantes y algún fondo más oportunístico. Por ejemplo, el mes pasado incorporamos el fondo alternativo DNCA Alpha Bond, fondo que se ha comportado de manera excelente en este entorno de subida de tipos, acabando el mes en positivo.
En Renta Variable continuamos infraponderados en este activo. Aquí destacamos la buena evolución de Asia y Japón, zonas más aisladas del conflicto y que aportan más estabilidad a la cartera en estos momentos de incertidumbre. En cuanto a tipología, preferimos fondos invertidos en compañías de calidad y con poder de fijación de precios para poder traspasar el incremento de precios al cliente final, con una visión a largo plazo. Además, tácticamente para aprovechar la situación actual también estamos invertidos en fondos más cíclicos y de valor.
Respecto a la cartera, hemos realizado únicamente un cambio. En la parte CORE del vértice de Renta Variable EEUU, aquella que debe replicar al mercado americano, hemos incorporado un fondo de gestión pasiva o indexado a este mercado.