Febrero ha sido un mes trágico, además de complicado. El inicio de la guerra no es una buena noticia para nadie. Esta ha tenido un impacto humano considerable de consecuencias aún inciertas. En cuanto al impacto económico en los mercados financieros, este ha sido elevado y con significativa volatilidad asociada.
Pasamos de un escenario A:
Vuelta a una cierta normalidad a principios de febrero, después de la sexta ola de la Covid-19; mejora en los datos macroeconómicos, con crecimiento moderado esperado y alta tasa de empleo a ambos lados del Atlántico, solo tensionado por una inflación más elevada de la esperada.
A un escenario B:
Incremento de la incertidumbre como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania. Esta incertidumbre conllevó alta volatilidad traducida en:
– Caídas en los mercados de Renta Variable.
– Ligera subida en los mercados de Renta Fija, activo refugio por excelencia.
– Compras de divisas refugio como el dólar, yen o franco suizo.
– Subidas en oro, materias primas, petróleo y energía.
Todo ello derivará, en el corto plazo, en mayores incrementos de la inflación y, posiblemente, en un menor crecimiento económico esperado, con Europa como área más afectada.
Sin embargo, deberemos esperar a que la situación se estabilice para poder ver cuáles son las consecuencias reales. Hasta entonces la volatilidad e incertidumbre continuarán.
En estos momentos es cuando debemos recordar que la volatilidad es intrínseca a cualquier inversión y que ésta genera rentabilidad en el largo plazo.
Ante esta situación, nuestra cartera estratégica está implementada con el objetivo de hacer frente a las alzas de la inflación y a la volatilidad implícita actual, a través de:
– En la parte de Renta Fija: centrados en bajas duraciones, bonos flotantes y algún fondo más oportuno para hacer frente a estas subidas de inflación.
– En la parte de Renta Variable: continuamos centrados en fondos invertidos en compañías de calidad y con poder de fijación de precios, para poder traspasar el incremento de precios al cliente final, con una visión más a largo plazo. Además, tácticamente y para afrontar la situación actual, también estamos invertidos en fondos más cíclicos.
Finalmente, debemos añadir que la diversificación aporta estabilidad y des-correlación a la cartera, por lo que nuestra sobre-ponderación en Asia es importante. Por esa razón, a finales del mes pasado, para incrementar la presencia en países asiáticos, decidimos incorporar en nuestra cartera de renta variable el fondo: Índia Acorn Ashoka Indian Opportunities Fund.