La incertidumbre continúa marcando la evolución de los mercados financieros: el conflicto bélico y los confinamientos por Covid en China continúan provocando disrupción de oferta, alzas en los precios de las materias primas y, por consecuencia, inflación elevada.
A principios de mes, la Reserva Federal americana subió tipos de interés y anunció dos incrementos más para los próximos meses. El Banco Central europeo, con menos margen de maniobra, subirá, previsiblemente en verano, 25 puntos básicos los tipos de interés.
Todo ello está teniendo ya un impacto considerable en la renta disponible y en los costes de las empresas. Los últimos datos macroeconómicos publicados, así lo empiezan a demostrar.
A ambos lados del Atlántico la inflación continúa disparada y el crecimiento se ha ralentizado, aunque en EEUU, tanto el gasto del consumidor como el mercado laboral continúan fuertes. En Europa estos dos indicadores son bastante más débiles.
En este entorno tan volátil, los activos que mejor se comportaron fueron las materias primas y la renta fija, que había sido excesivamente castigada al descontar más subidas de tipos de interés de las que previsiblemente habrá. En cambio, la Renta Variable fue la más perjudicada, destacando sobre todo los mercados emergentes por la prolongación y mayor extensión del confinamiento chino.
Además, en el mes de mayo, el dólar se depreció un 1,79% después de haber tocado mínimos no vistos desde el 2016.
En estos momentos es cuando debemos recordar que la volatilidad es intrínseca a cualquier inversión y que ésta genera rentabilidad en el largo plazo.
Ante esta situación, nuestra cartera estratégica, está implementada para hacer frente a las alzas de la inflación y a la volatilidad implícita actual, a través de:
– En la parte de Renta Fija estamos centrados en bajas duraciones, bonos flotantes y algún fondo más oportunístico. Tácticamente, hemos introducido un par de fondos para que se beneficien del excesivo castigo que comentábamos anteriormente.
– En la parte de Renta Variable continuamos infra-ponderados. En estos momentos de incertidumbre, buscamos estar diversificados para aportar más estabilidad a la cartera. En cuanto a tipología, preferimos fondos invertidos en compañías de calidad y con poder de fijación de precios para poder traspasar el incremento de precios al cliente final, con una visión más a largo plazo. Además, tácticamente, para aprovechar la situación actual, también estamos invertidos en fondos más cíclicos y de valor.
Concretamente este mes hemos incorporado en cartera, en este vértice táctico, un fondo australiano llamado Candriam Equities Australia, el cual se beneficia de I) la estabilidad económica y política del país, II) un sector minero en auge y con nuevas inversiones en marcha y III) de un sistema de fondos de pensiones de empleo que son grandes inversores y financiadores de las compañías australianas. Además, el alto dividendo pagado por sus empresas da más estabilidad y consistencia al fondo y, por consecuencia, a la cartera global.